PROCESOS
Los procesos forman parte de nuestra vida desde antes de que nazcamos. Nuestro nacimiento es fruto de nueve meses de embarazo en el vientre de nuestra madre. Nacemos sin dientes, empezamos a andar a partir de los nueve meses, la fontanela se nos cierra cerca del año o un
poco más para proteger al cerebro. Empezamos a andar cuando nuestro esqueleto puede sostenernos. Conseguimos el control de esfínteres cuando nuestro aparato está maduro para ello.
Podemos empeñarnos en que lo controle y hasta que no llegue ese momento y sea consciente de ello, no lo conseguirá. Lev Vigotsky hablaba de que los pequeños y pequeñas tienen una zona de desarrollo próximo que se encuentra entre el nivel de desarrollo real y el potencial. Es decir, lo que pueden hacer por sí solos y lo que pueden llegar a ser con la colaboración de un mentor o guía que le instruya y oriente durante el aprendizaje de nuevas competencias. En la Escuela nos tienen a las seños, maestras/os o profes para que le guiemos.
En los procesos todo es posible tanto por defecto como por añadidura. Permanecer en el momento que hay porque es lo que toca, retroceder cuando hay algo nuevo que integrar, y avanzar. Ese es el mejor paso a hacer. A veces no es posible; los procesos no llegan al término que la mayoría considera correcto. ¿Qué es lo correcto? ¿Lo que piensan ellos? ¿Lo que me ocurre a mí? Cada una y uno vivimos nuestros procesos de manera diferente y a la vez de manera muy similar, a la de todos los seres humanos. Cierto es que somos únicos y que cada uno tenemos un desarrollo y cada una y uno somos humanos y nos parecemos en muchos aspectos. Y todas/os somos capaces de aprender, cambiar e integrar.
A mí me gustan mucho los procesos, puede ser cualquier cosa. En ellos evalúas lo que estás haciendo, sopesas pros y contras; vives, disfrutas o sufres del momento en el que esté. Si lo vives y disfrutas, estás en el ahora. Si lo sufres, es porque quieres, estás en el pasado o te ofuscas porque quieres otra cosa que no hay pensando en expectativas, lo que puedes ser, lo que podría…y estás en el futuro y también sufres. El sufrimiento es evitable, el dolor no. Si ocurre el dolor o cualquier otra emoción, siéntala, vívela, no la rechaces. Es necesario y plausible vivirla.
En los procesos hay momentos en los que vuelves atrás y quizás pienses que lo que vives ahora no merece la pena, que lo que tenías y sentías entonces tenía mucho más sentido, que era mejor que lo que actualmente vives. En el pasado actuaste con los recursos que entonces tenías y ahora, ya no eres esa o ese. Puedes valorar lo conseguido y lo que queda por alcanzar. Y cuando crees que ya has llegado y que has terminado, seguramente ya estás en proceso de algo nuevo que hace tiempo estaba y no habías tomado conciencia.
Y a veces ocurre que los procesos no llegan a su fin y se quedan en ese punto de no retorno. No pasa nada. Hay que aceptar lo que nos ocurre. No resignarse a ello, sino aceptar cómo es el momento actual. Darse cuenta del momento en el que estamos y de lo que somos es fundamental para tomar conciencia de los que nos ocurre. Disfrutad del momento presente, de éste que estáis leyendo el texto, no hay más.
Y sonreír, la vida es genial con una sonrisa.
Eire MTC marzo 2021
Publicado en la Revista Azotea 14, del mes de en la que participo junto a
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