EL CÍRCULO
Aún no se
advierte el horizonte,
cielo y
mar se esfuman a la vista humana
y juegan
a extraviarse en la lejanía,
en el
iris del acompañante.
Aún no ha
alboreado y admirar la belleza intacta,
que
quizás, otros ojos hayan compartido.
Aún a veces, concibo que me
escribas,
aún siento tu arrimada distante.
Aún
disfruto que alguna pequeña me observe
con los
ojos muy abiertos.
Aún me
encanta sentarme a disfrutar del crepúsculo.
Aún me
deleita dibujar sobre la arena,
sintiendo
el cálido roce de sus granos sobre mi cuerpo.
Aún me
recreo afectada, cómo la brisa se deposita
en mi
rostro, y éste lo agradece.
Aún tengo
fe. Sé que las cosas pueden mejorar.
Soy un
miembro activo.
Sé que las personas necesitamos a
veces una no, seis oportunidades
si hace
falta.
Que
querer es poder y tú puedes.
Qué lo
que anhelas es posible.
Solo
tienes que confiar en ti, sin trabas,
sin
miedos, sin juicios.
Eres energía, vibración.
Lo
afirmas.
Eres capaz, solo tienes que confiar
en ti.
Y de
nuevo vuelve a cerrarse el redondel,
el halo
de capacitación.
Se cierra
el círculo del empoderamiento.
Se cierra
el círculo de visibilidad.
Se cierra
el círculo de saber hacer.
Se cierra
el círculo de yo soy, de mí misma.
Se cierra
el círculo de creación.
La excitación
de la conciencia, descubrirlo, visualizarlo.
Sí, se ve
y palparlo.
Huele, recuerdo
a canela y a fresa, tomillo y romero.
Barrunto
de caramelos de menta.
Vestigio
tuyo, como cuando hundía mi nariz en tu cuerpo.
Esta hora de contemplación,
esta
oportunidad de gratitud,
este
momento de belleza, sin palabras.
Manifestarlo,
lo deteriora.
Este momento
tan completo por sí mismo, tan mágico.
Tan
prodigioso, de tacto suave, aterciopelado, cálido.
Es un
olor fresco, jazmín, azahar, canela,
limón y
romero.
Este
momento pleno,
es
visible, luminoso.
De tonos
anaranjados, violetas y amarillos.
Esto
sorprendente, es tan mío y tan tuyo
y tan de
nosotros.
Es un
momento de plenitud donde no falta
ni sobra
nada ni nadie.
Y vuelve
a cerrarse el círculo: parte de mí
y vuelve
a mí.
La
esencia de la vida, está en la propia Vida
y yo, soy
Vida.
La
esencia del mar, está en ser ella misma.
La
esencia de los árboles, del bosque, está en ser
como son.
La esencia
gatuna, de los peces, de los burros, jirafas,
camellos,
pájaros... está en ser ellos mismos.
Se ocupan
de ser lo que son, sin ir más allá.
Son
colibrís, salamandras, perros, ballenas, leones.
Tal como
son, disfrutan de su propia excelencia.
Se
comportan de acuerdo a su esencia,
viven su
propia esencia.
Y el
ruedo vuelve a cerrarse en ellos una y otra vez.
Así como
nosotros, como yo y como tú, somos
Esencia.
Nuestra esencia es AMOR.
Recuérdalo.
Conectar
con él, con el Amor, impresionarnos,
expresarlo,
vivirlo,
compartirlo,
nos
conecta con la divinidad que somos.
Disfrutar de este amanecer tan
bermellón y tan violeta...
Me acerca
a ti, me devuelve a mí.
Una
gozada.
Eire
MTC Diciembre 2021