sábado, 1 de enero de 2022

El Círculo

De la Revista Azotea nº 19,  sobre El CÍRCULO,  del grupo Kultura. Le acompaña el siguiente texto:


          EL CÍRCULO

 

Aún no se advierte el horizonte,

cielo y mar se esfuman a la vista humana

y juegan a extraviarse en la lejanía,

en el iris del acompañante.

Aún no ha alboreado y admirar la belleza intacta,

que quizás, otros ojos hayan compartido.

 

           Aún a veces, concibo que me escribas,

           aún siento tu arrimada distante.

 

Aún disfruto que alguna pequeña me observe

con los ojos muy abiertos.

Aún me encanta sentarme a disfrutar del crepúsculo.

Aún me deleita dibujar sobre la arena,

sintiendo el cálido roce de sus granos sobre mi cuerpo.

Aún me recreo afectada, cómo la brisa se deposita

en mi rostro, y éste lo agradece.

 

Aún tengo fe. Sé que las cosas pueden mejorar.

Soy un miembro activo.

Sé que las personas necesitamos a veces una no, seis      oportunidades

si hace falta.

Que querer es poder y tú puedes.

Qué lo que anhelas es posible.

Solo tienes que confiar en ti, sin trabas,

sin miedos, sin juicios.

            Eres energía, vibración.

Lo afirmas.

            Eres capaz, solo tienes que confiar en ti.

 

Y de nuevo vuelve a cerrarse el redondel,

el halo de capacitación.

Se cierra el círculo del empoderamiento.

Se cierra el círculo de visibilidad.

Se cierra el círculo de saber hacer.

Se cierra el círculo de yo soy, de mí misma.

Se cierra el círculo de creación.

 

La excitación de la conciencia, descubrirlo, visualizarlo.

Sí, se ve y palparlo.

 

Huele, recuerdo a canela y a fresa, tomillo y romero.

Barrunto de caramelos de menta.

Vestigio tuyo, como cuando hundía mi nariz en tu cuerpo.

 

          Esta hora de contemplación,

esta oportunidad de gratitud,

este momento de belleza, sin palabras.

 

Manifestarlo, lo deteriora.

Este momento tan completo por sí mismo, tan mágico.

Tan prodigioso, de tacto suave, aterciopelado, cálido.

Es un olor fresco, jazmín, azahar, canela,

limón y romero.

Este momento pleno,

es visible, luminoso.

De tonos anaranjados, violetas y amarillos.

Esto sorprendente, es tan mío y tan tuyo

y tan de nosotros.

 

Es un momento de plenitud donde no falta

ni sobra nada ni nadie.

 

Y vuelve a cerrarse el círculo: parte de mí

y vuelve a mí.

La esencia de la vida, está en la propia Vida

y yo, soy Vida.

La esencia del mar, está en ser ella misma.

La esencia de los árboles, del bosque, está en ser

como son.

La esencia gatuna, de los peces, de los burros, jirafas,

camellos, pájaros... está en ser ellos mismos.

Se ocupan de ser lo que son, sin ir más allá.

Son colibrís, salamandras, perros, ballenas, leones.

Tal como son, disfrutan de su propia excelencia.

Se comportan de acuerdo a su esencia,

viven su propia esencia.

Y el ruedo vuelve a cerrarse en ellos una y otra vez.

Así como nosotros, como yo y como tú, somos

Esencia.

            Nuestra esencia es AMOR. Recuérdalo.

 

Conectar con él, con el Amor, impresionarnos,

expresarlo, vivirlo,

compartirlo,

nos conecta con la divinidad que somos.

 

            Disfrutar de este amanecer tan bermellón y tan violeta...

Me acerca a ti, me devuelve a mí.

 

Una gozada.

 

 

Eire MTC   Diciembre 2021

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario